miércoles, 4 de enero de 2012

Paranoia

Ya sospechaba algo extraño, su forma de ser suspicaz, siempre cuestionadora, le hacía pensar y hacer intrincadas relaciones de cosas, pequeños detalles que en apariencia no tenían nada que ver que terminaban siendo parte de un gran complot.
Primero, el hecho de que no pudiera volverse a su casa, no entendía cuál era el motivo injustificado que lo impedía, era como si quisieran retenerlo cerca de esa ciudad. Luego, era muy sospechosa la ubicación pero sobre todo la categoría del hotel donde los habían alojado; es decir, no era coherente que si lo enviaban a hacer un curso de un software nuevo para ahorrar costos, le pagaran a todo el staff un 5 estrellas a todo lujo en pleno centro. Pero lo que le activó la alarma de la paranoia era que frente a la sede donde se dictaba el curso estaban ni más ni menos que las oficinas ejecutivas de la principal empresa competidora. No podía considerarse ese hecho como una simple coincidencia.
Empezó a preocuparse. Dudaba de los choferes que día tras día los pasaban e incluso de los empleados del hotel; llegó a esconder sus papeles y hasta su ropa sucia en la caja fuerte de la habitación. Y ni hablar de los capacitadores, esos seres con sonrisa eterna y predispuestos a responder toda clase de preguntas; anotaba lo que decían y cada palabra era un indicio de que había algo oculto tras esa fachada de sabiduría.
El día que dejó de andar el aire acondicionado realmente se preocupó. Distraído, perdía el hilo de lo que se decía dentro del salón, salía cada diez minutos al baño y miraba con celo a la secretaria. En una de esas salidas, se deslizó a la sala del coffee-break y no pudo abrir la puerta. La golpeó, primero tímidamente y luego un poco más fuerte; se dio cuenta que había alguien empujando la puerta desde adentro. Se le aflojaron las piernas y la cabeza se convirtió en un torbellino de miedos.
Del apuro se dejó en el aula su mochila con sus cosas e incluso en el hotel no le quisieron entregar una nueva llave para ingresar a la habitación. Tomó un taxi en la esquina y se fue sin cambiarse la remera.

16 comentarios:

  1. Me fascinan las historias sobre paranoia. Como de pequeños detalles se puede armar una telaraña que termina asfixiando al que la crea.
    Un abrazo!

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  2. Exacto, la paranoia (y desgraciadamente la conozco muy bien) enseña lo relativo de la realidad... la mayoría de las vivencias son una sensación interna, es el interior el que da valor y adjetivo a lo circundante. Lo que sucede es que en general el valor es compartido por todos (llámese cordura). Pero en sí, si uno "lo desea" puede en base a indicios construir lo que quiera, ya sea un infierno o un paraíso.

    A veces la mente es un potro que hay que domar un poco, excelente forma de retratar ese molesto rasgo.

    Un abrazo intendente.

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  3. Dany, la paranoia puede tener un fácil nacimiento, en cualquier pequeño detalle como decis vos; lo malo es que luego la duda, la sombra de sospecha no te la sacan ni a los tiros!
    Abrazos!!

    Juan/Ojeda/Autor, si uno encuentra una mínima excusa, podría encontrar relación entre cualquier cosa e inventar una trama intrincada o una historia de amor...
    En cuanto al potro, a veces domarlo significa pegarse unos cuantos porrazos, ¿no te parece?
    Abrazos!!

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  4. me lo devore en un segundo este relato!
    y despues del comentario de juan, no puedo decir mas, porque pienso exactamente eso :)

    justo acabo de postear con un textito, este video que viene a tema:
    http://www.youtube.com/watch?v=zjjwmg2BVpM

    besos y buen año para vos!!!

    L

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  5. Yo no creo en la paranoia.

    Pero que me persiguen, puedo asegurarlo.

    Esos sabios de Siòn , me tienen podrido!!

    (Yo siempre pensè que en las capacitaciones te ponen cosas en el cafè. Vos?)

    Saludos

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  6. Comparto la opinión de los demás comentaristas: la sospecha y la desconfianza nos salva y nos ayuda a sobrevivir, pero cual es el límite? (no lo sé).

    Te cuento un secreto. Acabo de perder a una posible amiga virtual por mi sospecha y desconfianza. Algo dentro de mi cabeza me decía que realmente no era una mujer (que seguro me confundí)... el caso es que parte de mi paranoia, me hizo recelar y dudar desde el principio de ella (fue allá por marzo, cuando comenté en su blog) y hoy, jueves de enero ya no intercambiamos ningún tipo de contacto... al leer tu post, he pensado en esta situación.

    me agradó mucho tu lectura.

    un abrazo

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  7. Jajaja me encanta esto. Nada como la paranoia del complot. Sí que es fácil dejarse llevar de eso. Una vez me pasó en un taxi en el que estuve durante dos horas creyendo que ya casito me iba a pasar algo. Y cuando uno sospecha, de todo sospecha. Hasta como, lo que decís, de cosas que no tienen relación ninguna aparecen parte de la misma ecuación. Qué bueno. Al final no se supo si había razón para sospechar pero qué bueno que se fue pronto y pues remeras hay muchas.

    ¡Un abrazo!

    F.

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  8. A mi me gustó, pero al final me queda la sensación de que no está contando toda la historia. Usted algo esconde... Hasta su nick lo delata: Usted "(E)tienne" algo que confesar.

    Lo tengo atrapado.

    Entréguese, montonero Etienne, y tendrá un juicio justo!

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  9. Existe un hilo tan delgado entre la paranoia y una simple idea recurrente que a veces creo que todo esto de los blogs no es más que una confabulación entre todos ustedes para hacerme creer que nos leemos.
    Casi un profesional de la salud mental, usted...
    Un abrazo.
    HD

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  10. En algún momento de nuestras vidas me parece que vemos aunque sea por asomo a la tan temida paranoia...

    P.D.:O acaso nadie sintió esa especie de persecuta que parece chiflarlo del todo... ==?

    BESOS ALUCINADOS ;)

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  11. Eso sí que es ser paranoico!!
    ¿Cómo vivir así?

    Gracias por tus deseos de nuevo año.
    Las mejores vibras para vos en este 2012.

    Abrazo!

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  12. alguien podría pensar también que, en los tiempos que corren, ser confiado es el mayor de los engaños

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  13. no hay nada mas divertido q una persona paranoica. Lo dicen todos mis amigos.
    =/

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  14. la paranoia es la gasolina del mal llamado primer mundo

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  15. Lila, que lo hayas disfrutado al texto es un halago inesperado, gracias por eso!
    Besos!!

    Gaucho, si te persiguen es porque vas primero!!
    Café no tomo, me cae mal (debo haber tomado alguno con cosa rara adentro, supongo), espero que no le pongan eso al jugo de naranja.
    Abrazos!!

    Esil, no dejes que la paranoia te juegue esas malas pasadas, no te debería importar esa cuestión de tus lectores, sino la calidad de los comentarios!!
    Besos!!

    Felipe, a veces no conviene quedarse para comprobar el complot! Es difícil con la cabeza acelerada discernir con claridad, mejor bajarse del taxi en cualquier lugar!
    Abrazos!!

    Viejex, no sea paranoico hombre, si quisiera esconderme, no pondría una foto. El que se esconde es usted, tras ese Tigre inocentón...
    Abrazos!!

    Humberto, los blogueros somos parte efectivamente de un complot, pasa que no nos podemos poner de acuerdo sobre qué complotamos...
    Abrazos!!

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  16. GABU, cada vez que visito la Capi me agarran episodios paranoicos, que me quieren arrancar la mochila, que me siguen para robarme la compra, pero se me pasa enseguida con solo pensar que hay blancos más apetitosos!
    Abrazos!!

    Emilia, comparto tu definición!
    Besos para vos!!

    Shang, confiar no me parece gran pecado, pasa que el mundo no está preparado para la ausencia de mala intención. Gran chasco te podés llevar solo con olvidar preguntar algo...
    Besos!!

    Zeith, alguna vez pensaste en cobrarles por show a tus amigos??
    Vamos 50/50...
    Besos!

    Joaquín, tuve que leerlo dos veces: leí "la paranoia es el combustible del mal en el llamado primer mundo", que también podría aplicar.
    Abrazos!!

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