jueves, 5 de marzo de 2015

Nada

Nada.
Al final de todo, no hay nada. Lo que existió se consumió, se transformó en otra cosa o simplemente se hizo recuerdo.
Tanto afán para llegar, tanto apuro para encontrarme con un desierto. Sopla el viento, silba entre los ramajes desnudos de algunos flacos árboles que no son sino sombras. Pobre metáfora de un futuro que nunca existió sino en mis deseos; berreta figura de una promesa que nunca se cumplirá.
Nada.
Ni siquiera odio ni rencor; ni frustración ni reproches; ni bronca ni desprecio.
Lo que pudo haberse sentido en algún momento, ahora ya no es más que historia. Dejó lugar, si cabe la expresión, a un vacío etéreo, a una nada potente.

Ahora miro hacia adelante. Atrás no hay nada que me interese. Adelante tampoco, pero no hay opción.

2 comentarios:

  1. Amigo... cómo estamos, eh!
    Vamos, vamos para adelante, con fe y a la panza!!!
    Abrazos....

    ResponderEliminar
  2. Siempre hay opción, intendente. Y usted lo sabe, por eso ni se plantea otra. Otros se quedan mirando atrás, en el reproche, imaginando ucronías.
    Otros se quedan paralizados. Alguno ira a un lado, a otro, arriba o abajo. Otros se quedan ahí, estáticos, muertos. Usted elige ir adelante. Bien por usted!
    Abrazo, estimado.

    ResponderEliminar

Mesa de entrada: aqui se recepcionan las consultas, quejas, solicitudes y reclamos. Le daremos un número de legajo y... paciencia! Es municipal, vió?